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La plaza que no se vacía: la fortaleza colectiva que acompañó a Pablo Grillo entre los gases y la represión
15 de agosto, por Entrevista — Política, Zona Sur del Gran Buenos Aires, Libertades Democráticas, Gendarmería, Solidaridad, Bloque columnistas A4/2, Represión, Pablo Grillo, Política, Zona Sur del Gran Buenos Aires, Libertades Democráticas, Gendarmería, Solidaridad, Bloque columnistas A4/2, Represión, Pablo GrilloA cinco meses de que la Gendarmería Nacional hiriera de gravedad a Pablo Grillo, entrevistamos a Nicolás, militante social, que fue parte del círculo de solidaridad que lo asistió en el primer y crucial momento.
A unas horas de otro de los semaforazos que familiares, amigos, vecinos, estudiantes y organizaciones sociales y políticas mantienen todos los viernes a metros de la Plaza Moreno en Remedios de Escalada, esta nota es un reflejo de que a pesar de que el gobierno de Javier Milei y los medios hegemónicos que tiene de aliados, insistan en criminalizar y demonizar a quienes salen a enfrentar las políticas de ajuste, la calle sigue siendo el escenario donde se desarrolla la resistencia que no pueden derrotar.
La realidad muestra que desde abajo emergen los hilos de continuidad, que nutridos de la solidaridad entre trabajadores, se fortalecen. Por eso, a cinco meses de la represión donde las fuerzas dirigidas por Patricia Bullrich hirieron a Pablo, seguimos exigiendo justicia, y castigo a todos los responsables materiales y políticos. Una vez más decimos: ¡Fuera Bullrich!
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¿Te acordás cómo fue el día que sucedió la represión donde hirieron a Pablo Grillo?
El miércoles 12 de marzo entré por Avenida de Mayo. ¡Fue muy emocionante entrar con la columna de Astilleros! Venían cantando. Era una situación donde había una disposición de la gente a plantarse, porque había un montón de hinchas de fútbol. Me acuerdo haber pasado entre gente de Cambaceres con la remera de Temperley.
Se notaba que del lado izquierdo del Congreso ya había represión. Yo me iba a encontrar con Gera, un amigo, del lado donde estaba el escenario. Ya veía corridas de aquel lado, pero como yo estaba de este lado buscando a mi amigo, continué por ahí. Y bueno, doy la vuelta a la reja y me viene una oleada re zarpada de gases lacrimógenos. Entonces me cubrí la cara, me quedé dando vuelta ahí hasta que me di cuenta que seguía la represión de aquel lado, que a Gera no lo veía, y me vuelvo. Doy vuelta al monumento grande que hay en la plaza, por el medio de la plaza. Ahí veo que estaban tirando gases lacrimógenos, no solamente desde adelante, sino desde el techo del Senado hacía al centro de la plaza. En ese momento me cambié la campera y crucé otra vez al Gaumont donde se me viene a la mente la represión del 2017, donde también estuve asistiendo gente herida. Había metido cosas en la mochila, a todo esto le había pedido guantes a lo de la posta de salud pero no tenían.Estaba pensando en esto de que te tiran a los ojos, recordando lo que había pasado en Chile. Entonces estaba tratando quedarme a resguardo entre los árboles, y no sé por qué se fue ese pensamiento, y bajé a la calle. Ahí es cuando veo que lo traen a Pablo para atrás. Ahí me acerqué, me agaché, me arrodillé detrás de su cabeza, le apoyé la mano porque él tenía una cosa negra, una remera o algo en la cabeza. Ahí me doy cuenta, por la herida, de que la situación era muy grave. Entonces le pongo la mano ahí y empiezo a contener, además se lo querían llevar y yo fui de los que sugirió que no. Le dije a alguien que vaya a una posta de salud y consiga una camilla, porque no lo podíamos sacar así.
Ahí se arma un cordón de gente, otro cordón más atrás, y vienen los chicos de salud. Yo no tenía guantes, entonces me ponen. Esa situación es lo que se ve en la foto de Pepe Mateos, que yo tengo justo un brazo estirado. No sé en qué momento, antes que aparezca un médico, empiezo a pedir una tijera porque Pablo estaba acostado sobre su mochila, entonces estaba arqueado. No sé dónde aparece una tijera y le corto las tiras de la mochila y logro sacarla. En ese momento termina de perder la conciencia, porque yo le preguntaba “¿Pablo, me escuchás?” para hacer un leve análisis de la situación. Y no me contestaba. Yo sabía que estaba, pero hubo un momento en que termina de perder el conocimiento, y lo ponemos en posición lateral de seguridad.
¿Tenés conocimientos médicos o de protocolos de emergencia?
Fui bombero voluntario y trabajé en el sistema de ambulancias de Lomas de Zamora. Con ese conocimiento es que me acerco a hacer esto. Cuando lo pusimos en posición lateral de seguridad para que no se asfixiara, el médico sugiere que le hagamos un vendaje compresivo, y en el momento en que estábamos haciendo el vendaje compresivo es que aparece la ambulancia.Viene la médica, habla con un muchacho y cuando viene a hablar conmigo le digo que tenía una fractura de base de cráneo. En el video se ve que trae una tabla y pudimos terminar de acomodarlo y lo cargamos en la tabla con el chico de Sacachispas que está en la foto de Pablo. Él es de los que lo traen de atrás hacía adelante. El chico del Sacachispas se quedó con Pablo desde que le dispararon hasta que lo subimos a la ambulancia.
Arriba de la ambulancia tomo conciencia de Jorge, amigo de Pablo, que lo había perdido un momento antes de que lo hirieron. Llegamos al hospital, bajamos, y yo siempre sosteniéndole la cabeza, llegamos a la puerta de seguridad y no me querían dejar pasar. Yo les decía: “No le voy a soltar la cabeza ni a gancho”. Cuando entramos al shock room, ahí estaba el médico cirujano, que muy seriamente me dice: “A ver, correte, necesito ver”. Y como que ahí hizo un click mi cabeza, y dije: “Bueno, ya estás adentro del hospital, dentro del shock room, hasta acá llegaste, hermano”. Ahí lo suelto y me voy, pidiéndole perdón a la gente por haberle gritado, y pido lavarme las manos. Después, afuera me pongo a hablar con Jorge un poco más, empiezo a pensar lo que había sucedido.
¿Y lo que me contabas del escudo humano?
Eso fue algo espontáneo: mientras yo hacía eso, había una ronda de fotógrafos y a la vez gente que se ponía ahí a separar, teniendo en cuenta que siguen disparando, en ningún momento dejaron de disparar.
Entonces son varias las cosas que creo que salvan a Pablo. Si la plaza se hubiera vaciado, no hubiésemos podido hacer todo eso. Y estos chicos que hicieron un escudo humano, la gente de la posta de salud, porque yo no tenía guantes, los guantes me los dan los chicos de la posta, las gasas me las dan los chicos de la posta [de salud, NdR]… ¿Por qué estaba la posta ahí?, porque aprendimos de lo que había pasado en Chile y en otras situaciones que había que tener, y ya había pasado lo de Darío y Maxi. Si la plaza se hubiera vaciado, la policía habría avanzado. Lo que hice yo, no hubiese podido haberlo hecho.En los primeros auxilios, una de las cosas que se habla es de la seguridad en escena. La seguridad en escena nos la dio el cordón de seguridad de gente, y sobre todo, la gente que no se fue de la plaza, ellos fueron los que aseguraron la escena.
Vos ves una línea de similitud entre lo que le sucedió a Pablo y la represión donde asesinaron a Dario y Maxi en 2002, ¿querés explicarlo?
Lo sucedido con Darío y Maxi marcó un punto de inflexión, ya que en la represión en la estación Avellaneda se dio una coordinación poco habitual entre fuerzas de seguridad nacionales y provinciales, estando esta vez bajo control de Nación. La jornada tuvo similitudes con otras represiones, como el intento de socorro de Darío a Maxi, y en mi caso, cuando pude asistir a Pablo. A diferencia de aquel 26 de junio, cuando la represión fue feroz y todo se descontroló, hoy percibo una mayor maduración y conciencia colectiva en el pueblo, lo cual permitió que se pudiera brindar primeros auxilios en el lugar. Justo por las casualidades de la vida estaba cerquita ese día, estoy formado en esto y además soy militante, ya había estado en movilizaciones con represión que son complicadas. A mí los primeros auxilios es algo que me apasiona, y en ese momento pude ayudar con lo que sabía, y no me costó la vida, como le costó la vida a Darío entonces. Está esa imagen de Pepe Mateos en la que está Maxi tirado en el piso y alguien le está sosteniendo la cabeza y con la mano estirada. Esta vez, en relación a Pablo, la mano estirada no era para parar una bala, sino para que otro compañero ponga un guante. Esa conjunción de gente queriéndolo ayudar, le termina dando las posibilidades de llegar con vida al hospital y que los médicos le salven la vida. A mí y a otros nos tocó sostenerle la vida a Pablo, pero los que se la salvan son los médicos en el hospital que le hacen la operación.
Quizás otra similitud que hay es que Darío no conocía a Maxi y se quedó, igual que el otro chico. Así como ni yo ni ninguno de los otros chicos que estábamos ahí conocíamos a Pablo. Otra cosa que me acordé es que el SAME no vino solo, alguien -no sabemos quién- habrá ido corriendo corriendo a buscar una ambulancia. Es muy importante eso, porque sin la ambulancia yo me hubiese quedado sosteniéndole la cabeza, ¿Cuánto tiempo? O sea, fue fundamental el SAME. ¿Pero quién activó el sistema de emergencia? El sistema de emergencia lo activó alguien desde la plaza. No creo que haya sido con un llamado, porque no hubiese sido tan rápida la respuesta. Alguien fue a buscar al SAME. Todas esas pequeñas acciones son las que terminan posibilitando esto y que la historia hubiese sido otra.
Hubo una cuestión de hermandad. Como me dijo mi viejo, ese podía haber sido yo. Cualquiera podía serlo. Cuando Nora Cortiñas le decía a su hijo Gustavo “Por favor, no te pongas adelante”, y Gustavo le respondió “Mamá, no puedo hacer eso, porque si no estoy yo va a estar otro compañero”, es lo mismo. Estaba Pablo ahí, pero podía haber sido yo. Y no importaba que Pablo es peronista y yo soy de izquierda. En ese momento estábamos ahí por la misma situación y lo que menos me imaginé era cuál era la orientación política de Pablo. Era un compañero que estaba en esa situación. Tocó poner en juego lo que sé, lo que aprendí y que por suerte sirvió. Me han dicho “¿Por qué te quedaste, si no lo conocías?”.
Capaz que una persona que no es militante no lo puede llegar a entender, pero era uno de los nuestros. Podía haber sido yo. No quería que pase a ninguna familia ni a nadie lo que veo y siento acompañando a las Madres, a Alberto y Leo Santillán. No quería que otra familia también pase por esa situación, más allá de lo que lamentablemente tienen que estar pasando… porque a la media hora ya tenían que andar contestándole las mierdas que estaba diciendo Bullrich, ¿no? Pero no tuvieron que pasar por lo cruento de que no esté. Y ahora tienen esperanza. La verdad que para mí fue muy fuerte cuando vi sonreír a los padres, a la madre, porque el primer día que la vi fue el jueves, al otro día de que hirieron a Pablo. La verdad que lo que más me estremece y me emociona son las cosas que me dicen los amigos y la familia, la verdad que me genera un montón de orgullo.
Si tuvieras que decirle algo a alguien que tiene miedo de salir a luchar a la calle por esto ¿qué le dirías?
Que vaya con sus compañeros, con gente de confianza, ir organizados. Que lean las recomendaciones que hacen los organismos y referentes de derechos humanos.
Aprender de las Madres, aprender de las Abuelas, de los familiares que tanto en dictadura como en democracia salieron a la calle. Pero cuidarse. Tenemos en frente a Bullrich, ¿no? Que te dispara y después te dice que te lo merecías, porque sos un militante. Hay que aprender de los jubilados, que los cagan a palos todos los miércoles, y siguen yendo.
Cuando las Madres salieron a las calles e hicieron la ronda, fue algo nuevo e innovador. Nos tocará ver la manera de innovar. Lo que veo en los semaforazos por justicia para Pablo, es una situación bastante innovadora. Lo que se ve en los semaforazos es un montón de gente que pasa, toca la bocina y tiene aceptación. Tener audacia política para no perder la calle, y a la vez cuidarnos.¿Pudiste conocer a Pablo? ¿Qué le dirías?
Fue una gran alegría ver que Pablo se empezaba a recuperar. Y en esa recuperación, cuando empieza a preguntar qué le pasó, ahí Jorgito -que es este amigo con el que estábamos arriba de la ambulancia, y es uno de los que en el Hospital Ramos Mejía se quedaba a darle de comer casi todas las noches y en el Hospital Roca es uno de los que se queda a dormir y acompañarlo-, le cuenta a Pablo sobre mí. Todavía en terapia intensiva lo fui a saludar, a conocer y fue muy emocionante que me haya dado la mano, que me haya dicho “Gracias, amigo”. Que nos prometamos volver a comer una picadita, o que ya vamos a tener más momentos para compartir.
Estos días salió una foto en la cual él estaba con la cámara de fotos y está tocando la armónica, me emociona. Y cuando empezaron a cambiarle las caras a los familiares y amigos, que los primeros días los veías y tenían una cara muy, muy triste. Fue muy lindo ver cómo esas caras empezaron a sonreír. Y fue muy lindo este 25 de junio, cuando estaba tocando la Delio Valdez [en la conmemoración de la Masacre de Avellaneda, NdR], ver a Jorgito y a Fabián bailando, disfrutando un ratito. Más temprano el 25 me crucé a Delia, una de las mamás de Cromañón, que cuando llega justo estaban probando sonido, pasando música, y espontáneamente se ponen a bailar con una compañera; cuando termina de bailar me dice "Esto es la alegre rebeldía. No es que no tengamos la tristeza que tenemos acá en el pecho, pero esta es la alegre rebeldía". Y fue lo que aprendí de Norita, que siempre ese espíritu lo tenía. Y fue lo que pude ver ese día en Jorgito y en Fabián, que estaban disfrutando un ratito. Es esperanzador. Y el deseo de que Pablo tenga toda la fortaleza para poder afrontar toda esta recuperación que se le viene, que es compleja, pero tiene un montón de gente para acompañarlo. Que tenga la integridad necesaria para afrontar esta recuperación, que sé que la tiene porque es lo que nos van diciendo sus familiares.
Foto: Pepe Mateos
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Legisladores porteños repudian nueva represión policial a periodistas que cubrían la marcha de jubilados
14 de agosto, por Libertad de prensa — Política, Ciudad de Buenos Aires, Libertades Democráticas, Andrea D'Atri, Jubiladas y jubilados, Legislatura porteña, Libertad de prensa, Frente de Izquierda y de Trabajadores - Unidad (FITU), Represión, Política, Ciudad de Buenos Aires, Libertades Democráticas, Andrea D'Atri, Jubiladas y jubilados, Legislatura porteña, Libertad de prensa, Frente de Izquierda y de Trabajadores - Unidad (FITU), RepresiónEste pedido de repudio lo realizaron la legisladora del FIT Andrea D'Atri junto a sus compañeros de bloque, Solano y Trimarchi y Graciana Peñafort de UxP. Este miércoles “La Policía de la Ciudad que ayer detuvo a Camila Luciana Rey y Jazmín Orellana, trabajadoras de prensa… Es un intento de censurar la difusión del accionar represivo, atacando así también el elemental derecho a la libertad de prensa” denunció Andrea.
Este miércoles, Camila Rey y Yasmín Orellana, que pertenecen a ATE. Una es fotógrafa y otra camarógrafa, fueron detenidas arbitrariamente en el marco de un enorme operativo policial contra la movilización de jubiladas y los jubilados de cada miércoles. Este accionar de la policía de la Ciudad al mando de Jorge Macri “Es un intento de censurar la difusión del accionar represivo, atacando así también el elemental derecho a la libertad de prensa” denunció Andrea D'Atri. Esta represión contra la prensa es un accionar permanente y estos arrestos se suman a las represiones contra cronistas de C5N, el ataque con hidrantes al fotógrafo Rodrigo Abd y el disparo sufrido por Pablo grillo ya en marzo, entre otros.
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Ante esta nueva represión legisladores de distintos bloques presentaron un proyecto de repudio por el accionar de la Policía de la Ciudad que reciben órdenes directas de Horacio Giménez. Este repudio fue presentado por los legisladores del FIT Andrea D'Atri, Solano y Trimarchi con el acompañamiento de Graciana Peñafort de UxP. Hay que detener este accionar que solo busca ocultar para millones las represiones constantes contra los sectores en lucha, en este caso en particular contra los jubilados que reclaman todos los miércoles.
Con el acompañamiento de legisladoras y legisladores de otros bloques opositores, presentamos hoy nuestro repudio el accionar de la Policía de la Ciudad que ayer detuvo a Camila Luciana Rey y Jazmín Orellana, trabajadoras de prensa que realizaban la cobertura periodística de la… pic.twitter.com/bURpxAAM7f
— Andrea D'Atri (@andreadatri) August 14, 2025
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“Denunciamos que la Policía de la Ciudad, a cargo de Horacio Gimenez, viene actuando en coordinación con las fuerzas represivas federales que dirige Patricia Bullrich, con enormes operativos millonarios, con los que interrumpen el tránsito durante varias horas, solo para amedrentar movilizaciones legítimas” denuncia Andrea. Este accionar represivo se fue intensificando con la cercanía y concreción de la alianza electoral entre los espacios políticos del poder ejecutivo nacional y de la Ciudad. Su objetivo no solo es reprimir la protesta, en este caso la de jubilados, sino también “Es un intento de censurar la difusión del accionar represivo, atacando así también el elemental derecho a la libertad de prensa”, plantea la legisladora del FIT.
Repudio legislativo ante la represión a periodistas-Andrea D´Atri FIT by Lid Caba
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Dylan Bustamante, otro joven de Lanús asesinado por la brutalidad de la Policía Bonaerense
14 de agosto, por Muertes de las que no se habla — Juventud, Zona Sur del Gran Buenos Aires, Libertades Democráticas, Lanús, Axel Kicillof , Violencia policial, Policía Bonaerense, Brutalidad policial, Intendente Julián Álvarez, Juventud, Zona Sur del Gran Buenos Aires, Libertades Democráticas, Lanús, Axel Kicillof , Violencia policial, Policía Bonaerense, Brutalidad policial, Intendente Julián ÁlvarezEl crimen del pibe de 25 años, atropellado el 22 de abril por un patrullero y cuyo asesinato es silenciado por el gobierno de Axel Kicillof, es un reflejo de la criminalización de la juventud de los barrios populares. La familia, amigos y organizaciones solidarias exigen justicia. Es necesario organizarse contra la represión y la impunidad de las fuerzas represivas del Estado.
Dylan Bustamante tenía apenas 25 años, era estudiante de matemáticas del Instituto de Formación Docente (ISFD) n°100 de Avellaneda y estaba a punto de recibirse de profesor de historia en el N°103 de Villa Fiorito. El martes 22 de abril, mientras volvía de cursar, fue arrollado por un patrullero de la Policía Bonaerense de Lanús, tierra del intendente peronista Julián Álvarez. Aparentemente, el patrullero se dirigía a un operativo en la estación de trenes, pero el accionar policial no fue más que una maniobra imprudente y peligrosa, caracterizada por la desmesurada velocidad y el abuso de poder. Accionares típicos de las fuerzas policiales.
“Mi hermano sólo quería tener el título de profesor y ser papá algún día, nada más. ‘No le encontramos nada', me dijeron en la comisaría. Y no, si en su mochila tenía dos cuadernos, una cartuchera y un termo”, expresó Eliana, hermana de Dylan.
Este asesinato se suma a otros tantos casos de jóvenes que mueren a manos de las fuerzas represivas, como el caso de Lautaro Abregú, un pibe de Quilmes que también fue atropellado por un patrullero de La Bonaerense el viernes 6 de Junio, y es sólo una expresión más de la violencia sistemática hacia los pibes y las pibas de los barrios populares a manos de las fuerzas represivas.
En la provincia de Buenos Aires, la Policía actúa con total impunidad, amparadas por el Poder Judicial y respaldada por figuras “opositoras” al peronismo como Patricia “Miliquita” Bullrich, actual ministra de Seguridad, quien comanda la política represiva en cada manifestación. Bajo su mando, las fuerzas de seguridad tienen luz verde para reprimir con violencia a la juventud de los barrios populares, donde se los criminaliza y persigue de manera sistemática. Una muestra clara de que la impunidad no es la excepción, sino la regla.
Mientras el gobierno de Javier Milei aplica un ajuste brutal a las grandes mayorías y reprime las protestas como lo vemos cada miércoles en la histórica ronda de jubilades; el gobierno provincial de Axel Kicillof sostiene a esta misma institución policial, lanzando, en plena campaña electoral, una propuesta hacia la juventud, pero no para organizarse y luchar por sus derechos sino para sumarse a las filas de la misma fuerza represiva que se lleva la vida de cada pibe a manos del gatillo fácil, las torturas en comisarías y ataques callejeros como el que sufrió Dylan.
La juventud de los barrios populares, producto de la crisis que recae en sus espaldas, su situación de precariedad aumenta, se convierte en blanco perfecto para la criminalización policial, como se puede ver en el creciente número de detenciones arbitrarias, abusos de poder y muertes a manos de la Policía.
La coordinación de las luchas: semaforazos, festivales y la solidaridad
En Villa Caraza, Lanús, familiares, amigos y allegados convocaron una marcha el 29 de abril, donde hubo más de 200 personas en solidaridad y exigiendo justicia por Dylan Bustamante.
Como ya quedó demostrado, no podemos seguir confiando en el Poder Judicial servicial de las fuerzas represivas. Tampoco podemos dejar de mencionar la responsabilidad del gobierno de Kicillof, que por más progresista suene en su discurso, sigue siendo encubridor de crímenes cometidos por parte de la policía, quienes siguen gozando de impunidad, como el caso emblemático de Facundo Castro.
Tomando el ejemplo de los semaforazos y festivales por el fotoperiodista Pablo Grillo en Remedios de Escalada, también localidad de Lanús, la pelea por justicia, esclarecimiento de los hechos y que paguen los responsables es con la más amplia organización desde abajo con los familiares y amigos de la víctima, junto a los organismos de derechos humanos y la izquierda que siempre está del mismo lado y no transa con los discursos de la “seguridad” para marcar una respuesta que desafíe realmente la criminalización de la juventud pobre y la represión.
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La Policía de Jorge Macri detuvo arbitrariamente a dos trabajadoras de prensa
13 de agosto, por Ataque al derecho de la información — Política, Libertades Democráticas, Medios de comunicación, Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Trabajadores y trabajadoras de prensa, Jorge Macri, Congreso de la Nación , Policía de la Ciudad de Buenos Aires, Represión, Política, Libertades Democráticas, Medios de comunicación, Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Trabajadores y trabajadoras de prensa, Jorge Macri, Congreso de la Nación , Policía de la Ciudad de Buenos Aires, RepresiónSe trata de Camila Rey y Yasmín Orellana, que pertenecen a ATE. Una es fotógrafa y otra camarógrafa. Fueron detenidas arbitrariamente en el marco de un enorme operativo policial contra la movilización de jubiladas y los jubilados de cada miércoles.
Las trabajadoras de prensa fueron detenidas en forma arbitraria en el marco del operativo contra la movilización que realizan todos los miércoles las jubiladas y jubilados, donde se encontraban cubriendo la jornada de protesta. Momentos más tarde fueron trasladadas a la alcaidía Comunal 15 de Caballito, ya que las detenciones fueron efectuadas por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
Una vez más, nos encontramos con que los trabajadores de prensa son blanco de la represión policial, en un intento claro y sistemático por silenciar la verdad de los hechos, tal como se viene haciendo costumbre durante las cargas violentas que realizan las fuerzas contra las manifestaciones populares.
Finalmente tanto Camila como Yasmín fueron liberadas alrededor de las 22 horas.
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La utilización política del “Nunca Más”: un avance en el negacionismo y el olvido de la lucha por los DDHH
13 de agosto, por Libertarios en campaña — Libertades Democráticas, Myriam Bregman, Nunca Más, Bloque1 A3 2, Javier Milei, La Libertad Avanza (LLA), Karina Milei, Libertades Democráticas, Myriam Bregman, Nunca Más, Bloque1 A3 2, Javier Milei, La Libertad Avanza (LLA), Karina MileiEn medio de la polémica por la utilización del lema “Kirchnerismo: Nunca Más” por parte de La Libertad Avanza, en un acto en La Matanza y con la misma tipografía del histórico informe de la Conadep, Myriam Bregman, referente del PTS-Frente de Izquierda rechazó esta utilización política de una frase que tiene una historia, y que esta es muy compleja.
El pasado viernes 8 de agosto, en Villa Celina, una localidad del partido de La Matanza en el Conurbano, se llevó a cabo una fotografía de campaña. En ella aparecen Javier Milei y Karina Milei, junto a José Luis Espert, quien pide bala para los zurdos, además parece Maximiliano Bondarenko, ex comisario que se presenta de candidato en la 3° sección, Cristian Ritondo, exministro de Seguridad de la provincia, Guillermo Montenegro, conocido por hostigar a personas en situación de calle, entre otros. Cada uno de los que estaban en la foto sostenía una bandera que decía: “Kirchnerismo: Nunca Más".
No fue una foto casual, y mucho menos una frase al pasar. Se trata de la consigna de campaña que destacará el espacio electoral La Libertad Avanza. Esta banalización de una consigna que tiene una carga historia, va más allá de la disputa electoral entre libertario y kirchneristas. Se trata de seguir avanzando en el negacionismo, en dejar atrás la lucha de sobrevivientes, de familiares, amigos y compañeros de desaparecidos, de intentar borrar la lucha de los movimientos por los derechos humanos, que denuncio el genocidio de clases que llevaron adelante los militares junto al poder economico concentrado, bendecido por la iglesia catolica.
Sobre este uso político de esta frase, que esta haciendo el gobierno, le consultaron a Myriam Bregman si, como abogada de Julio López, considera que se está perdiendo la batalla por la memoria y que las nuevas generaciones ya no lo tienen presente.
“Pasaron muchos años, eso es lógico. Fue una de las cosas que me motivó a volver a la Facultad de Derecho a dar clases. Es un lugar donde puedo aportar con la experiencia de todos estos años de lucha con mis compañeros del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, con colectivos de derechos humanos como Justicia Ya!, con los cuales fuimos abogados y abogadas de Julio López”.
Bregman advirtió que el paso del tiempo no es el único factor:
“Hay algo que no solo se borra por el paso del tiempo, sino que se intenta borrar, y centralmente se intentó borrar la responsabilidad civil, la responsabilidad empresaria, que fue muy profunda en Argentina. El golpe en nuestro país fue cívico-militar, claramente cívico-militar, pero la pata civil ha pasado desapercibida. En estos años de gobiernos constitucionales, las mismas empresas —o tal vez más— teniendo una bota sobre las decisiones populares”.
La abogada recordó que empresas que participaron activamente del golpe siguen operando en la vida política y económica:
“En provincias como Jujuy, empresas que participaron del golpe hoy siguen estando presentes en la vida pública, en los ingenios del norte argentino, en las automotrices. Si uno arma el mapa del poder económico, se puede ver qué país diseñaron en la dictadura militar”.
Frente a la imagen de la bandera con la consigna “Kirchnerismo: Nunca Más”, Bregman fue categórica:
“Si hay alguien que no puede usar esa palabra, son ellos. La palabra ‘Nunca Más' tiene una historia que hay que repensar. Nace en el Juicio a las Juntas con un contenido bastante jodido: el Nunca Más se utiliza como una frase representativa de la teoría de los dos demonios. Se dice nunca más de la violencia de ambos bandos, poniendo un signo igual entre las organizaciones militantes, entre la resistencia contra la dictadura… diciendo nunca más violencia de distintos signos.
Bregman repasó el carácter original del informe:
“Recordarán el prólogo del Nunca Más, luego se hizo un segundo prólogo por Eduardo Luis Duhalde, secretario de Derechos Humanos de la Nación, porque el primero decía ‘Nunca Más' a la violencia de ambos bandos, ocultando 18 años de proscripción al peronismo, los bombardeos en Plaza de Mayo, la dictadura de Onganía, la Masacre de Trelew, la Triple A. El Nunca Más nace así, pero la sociedad lo resignificó. Yo acompañé a trabajadores y trabajadoras que pedían ‘Nunca Más familias en la calle'. A mí me cuesta usarla, porque conozco su origen y por qué se incluyó en el juicio a las Juntas. Obregón Cano, gobernador peronista, fue condenado en agosto de ese año, y la sentencia del juicio a las Juntas fue en diciembre: se llevó la teoría de los dos demonios a la práctica”.
También recordó el caso de Graciela Daleo, sobreviviente de la ESMA, que rechazó el indulto de Menem:
“Ella dijo: ‘yo no quiero que me indulten, fui secuestrada, soy sobreviviente, doy testimonio por mis compañeros'. Menem la indultaba junto a Videla. Nunca Más nace como eso, y después de esas resignificaciones que tuvo en estos años —Nunca Más a la dictadura, Nunca Más a los golpes de Estado—, este gobierno negacionista lo usa para darle otro sentido”.
Por último, Bregman alertó sobre el retroceso en el debate político en torno a la memoria:
“En estos años se ha concedido mucho, se ha dejado de dar muchos debates. A veces, cuando desde la izquierda queremos darlos, nos dicen: ‘No, le hacés el juego a la derecha'. No: lo que le hace el juego a la derecha es no señalar quiénes son de derecha. Lo que le hace el juego a la derecha son las complicidades y los silencios”.
La apropiación de la frase “Nunca Más” por parte de La Libertad Avanza no solo trivializa una consigna cargada de memoria, sino que también forma parte de un intento por reescribir la historia, diluyendo las responsabilidades del genocidio de clases, que tuvo al poder económico concentrado, como responsable ideológico y de darle el respaldo a la desaparición de una generación que peleaba por otra sociedad.
Las palabras de Myriam Bregman resuenan como una advertencia: el olvido no es solo el paso del tiempo, sino una herramienta política activa. Frente a este negacionismo, la disputa por la memoria sigue siendo una lucha permanente, que se transmite de generación en generación. Cada 24 de Marzo se encuentra tres generaciones gritando: juicio y castigo a los culpables. Porque, como bien señala la abogada en juicio de lesa humanidad, lo que realmente fortalece a la derecha no es el debate, sino el silencio cómplice. En un presente donde resurgen discursos que banalizan el horror, recordar hoy quienes representan los intereses de los responsables del golpe del 76, sigue siendo una tarea ineludible para transmitir a las nuevas generaciones.