En defensa de los trabajadores

Sábado 8 de junio de 2013

Coca-Cola de Pompeya

Destapando lucha y organización

El 22 de abril la lista Marrón ganó el cuerpo de delegados de la planta de Coca-Cola de la Ciudad de Buenos Aires, tras años de lucha combativa, antiburocrática y antipatronal.

Coca-Cola es símbolo mundial de despotismo patronal y hasta de desprecio por los derechos elementales de sus trabajadores. La mexicana FEMSA maneja la Planta Alcorta de Pompeya con esas premisas desde 1994, cuando empezó exigiéndole a los obreros que se desafiliaran del sindicato. A los que se negaron, pronto los despidió, dejando claro que pretendía acrecentar sus ganancias a costa de la mayor explotación posible.

El resultado electoral de abril no se entendería por fuera de una larga historia de resistencia obrera contra tantos ataques sufridos en años. Historia en la que la Lista Marrón fue protagonista y a la que el CeProDH siempre acompañó.

Flexibilización, ritmos extenuates y contratos basura para tener el menor costo. Despidos, persecución y eliminación de toda representación sindical contra suprimir toda resistencia. Esa es la “fórmula secreta” del éxito de Coca-Cola.

Pero gran parte de los 600 obreros de Pompeya nunca se resignaron y dieron importantes batallas, en las que nos encontramos con ellos asesorándolos y representándolos. Eran muchas las irregularidades del convenio firmado por empresa y sindicato en los ’90. Y los trabajadores no tenían siquiera delegados para reclamar.

Primeros pasos

Antes de lograr un cuerpo de delegados, debieron enfrentar varios ataques. El caso del “Negro Lubumba” fue emblemático, por los motivos de su despido y por la lucha que inauguró. En 2005 “Lubumba” fue uno de los que exigió al gremio que los defendiera. En mayo la empresa lo echó. Exigiendo su reincorporación se lanzó un petitorio, donde se denunciaba a Coca-Cola por despreciar la Constitución, la ley 23.592 antidiscriminatoria, la de Contrato de Trabajo, la de Asociaciones Sindicales y todo Tratado Internacional de Derechos Humanos. Hasta se violaba la legislación flexibilizadora del menemismo. Cientos de firmas, 40 de diputados nacionales, obligaron al Ministerio de Trabajo a pedir explicaciones a FEMSA. La lucha por “Lubumba” sacó a la luz las terribles condiciones laborales y la precarización. El “Negro” no fue reincorporado, pero se convirtió en la voz de los que no podían hablar en la fábrica por la dictadura patronal. La historia no fue la misma desde entonces. Por la exposición pública un efecto directo fue la efectivización de 142 contratados en una sola noche.

Tras un minucioso estudio de los convenios colectivos hecho por abogados del CeProDH, unos 50 obreros conocieron todas las irregularidades. Ante la ausencia de representación directa en la planta, les propusimos arrancar por el reclamo de delegados para, así, pelear mejor. Decidieron finalmente reclamar elecciones. En enero de 2006, después de asambleas y petitorios, el sindicato avaló que se vote una Comisión normalizadora. En marzo, uno de los delegados votados, Omar Rombolá, fue “trasladado” a otra planta. Se denunció a FEMSA por práctica antisindical, logrando una cautelar que la obligaba a reinstalar a Omar. Pero FEMSA desobedeció el fallo y a Rombolá, una madrugada de agosto, lo apretaron cinco matones al grito de “no vengas más a la planta”. Después despidieron a más obreros. Y la dirección del sindicato, que se había borrado durante años, se montó a las conquistas de los trabajadores y les arrebató la representación en la planta con fraudes y maniobras, quedándose con el cuerpo de delegados hasta este año.

Recuperación y desafíos

Estos años también fueron duros. En la fábrica empezaron a cansarse de las traiciones y el oficialismo, desgastado, se dividió. En medio de un proceso general de ruptura y desencanto de gran parte de la clase obrera con el “modelo” k, este año en Coca-Cola se volvió a votar delegados. Y ahí estaba la Lista Marrón, integrada por los que siempre fueron al frente, proponiendo defender sus derechos, denunciando a la patronal y el rol del sindicato.
La tradición sindical y la coherencia tuvieron apoyo masivo. Se votó a luchadores que muestran otra perspectiva.

Los abogados del CeProDH saludamos esta conquista obrera, surgida de las entrañas de uno de los emblemas del capitalismo imperialista, orgullosos de haber puesto nuestra profesión al servicio de los explotados y oprimidos.