Represión e Impunidad

Lunes 30 de marzo de 2009

24 DE MARZO

El Ce.Pro.D.H. en la movilización en Neuquén

El 24 de marzo, más de 10.000 personas nos movilizamos en Neuquén para repudiar el golpe genocida del 76. Encabezada por las Madres de Plaza de Mayo Neuquén y Alto Valle y los organismos de Derechos Humanos de la región, la larga columna recorrió las calles del centro de la ciudad y finalizó en el Monumento a San Martín, donde se realizó el acto en el que hablaron los organismos de DDHH.

El 24 de marzo, más de 10.000 personas nos movilizamos en Neuquén para repudiar el golpe genocida del 76. Encabezada por las Madres de Plaza de Mayo Neuquén y Alto Valle y los organismos de Derechos Humanos de la región, la larga columna recorrió las calles del centro de la ciudad y finalizó en el Monumento a San Martín, donde se realizó el acto en el que hablaron los organismos de DDHH.

Desde el Ce.Pro.D.H. participamos repudiando la campaña de “mano dura” contra los pobres de la derecha, el gobierno y la oposición, por la cárcel común a todos los genocidas, por el castigo a los asesinos de Carlos Fuentealba, en apoyo a las luchas en curso y para que la crisis la paguen los capitalistas, los mismos que fueron inpulsores del golpe hace 33 años.

Abrió el acto Ivana Dal Bianco, del Ce.Pro.D.H., cuyo discurso reproducimos abajo:

“Hoy se cumplen 33 años del golpe genocida, impulsado por el gran empresariado, el imperialismo y las fuerzas represivas, que necesitaban imponer su orden ante una situación política de levantamiento, lucha y organización de los trabajadores y el pueblo. Para poder imponer el plan económico que vivimos hoy, no dudaron en secuestrar, apropiarse de bebes nacidos en cautiverio, torturar, desparecer, asesinar a toda una generación que peleaba por cambiar de raíz la realidad. Tenían que destruir los cuerpos, pero también las ideas, sobre todo aquellas que iban a lo profundo: terminar con el sistema de explotación y luchar por la revolución.

En el plan genocida hubo ejecutores, pero también impulsores, justificadores y cómplices. Miles y miles con uniforme, botas y picana, pero también cientos de patrones que prestaron sus fabricas para centros clandestinos de detención, que prestaron autos para secuestrar, gerentes que entregaron obreros, curas que bendijeron la tortura, y faranduleros que hacían películas o festejaban mundiales mientras se torturaba, secuestraba y se llenaban los centros clandestinos de detención en todo el país.

Los mismos faranduleros representantes de una clase social que hoy pide “mano dura” y recrean la campaña por seguridad, que significa concretamente más policías de gatillo fácil con licencia para matar, mas policías que aprendieron en la dictadura militar a “eliminar” a los que cuestionan el orden imperante. De la misma forma que llamaron hace 33 años a los cuarteles, para que les defiendan sus ganancias, y fueron impulsores de la dictadura genocida y sangrienta, con miles de desaparecidos, muertos, torturados, exiliados

Esa misma clase social que pide “mano dura”, se enriqueció en la dictadura, en los 80 y 90 con las consecuencias de ese genocidio, y se quiere seguir enriqueciendo hoy, cuando la crisis que ellos mismos crearon quieren que la paguemos nosotros. Para ello llaman a fortalecer el aparato represivo, para utilizarlo cuando salimos a luchar por lo nuestro

Mientras tanto, Jorge Julio López permanece desaparecido, y un manto de impunidad increíble rodea la causa que investiga su desaparición, demostrando con su ausencia que el aparato represivo de la dictadura continúa actuando e impune. Seguimos exigiendo al gobierno nacional la inmediata aparición con vida de Jorge Julio López.

Y tenemos que decir que la gran mayoría de los genocidas está impune, pues a nivel nacional sólo se han condenado a la fecha a 43 genocidas, y hay sólo 500 procesados, muchos con arresto domiciliario, de los miles y miles que ectuaron en todo el país. El 95 % de los genocidas continúa impune, y los juicios como están planteados, juzgando a cuentagotas, sólo servirán para juzgar una mínima parte de los que actuaron en la dictadura. Aunque nos quieran hacer creer que con las condenas que hay a la fecha alcanza, les decimos que no, que vamos a seguir dando pelea para lograr la cárcel común y perpetua a todos los genocidas por todos los compañeros.

En nuestra zona hemos dado una importante pelea el año pasado en el juicio oral para que se condene a los genocidas, y logramos que se los haya condenado a cárcel común, pero no se ha reconocido lo que fue: un genocidio contra los trabajadores y el pueblo, lo que significa negar la lucha de nuestros compañeros y compañeras y la magnitud del ataque que significó la dictadura. Ello se refleja en la forma de juzgar, porque acá también se juzgó a algunos genocidas y no a todos. Todavía hay casos de desaparecidos que no fueron imputados a ningún genocida y fuerzas represivas que no se tocan. Hoy no hay un solo imputado de la policía de Neuquén, una de las fuerzas represivas que fue clave en el genocidio, aportando comisarías como centros de tortura, efectivos para liberar zona para que puedan secuestrar a nuestros compañeros, participando en el Operativo Cutral Co. La policía de Neuquén está intacta. Los jóvenes policías de ayer que participaban en secuestros, y fueron formados en la tortura durante toda la dictadura, están impunes y son los comisarios del hoy. La misma policía que asesinó a Carlos Fuentealba y con la que hoy el gobernador quiere llenar las calles, con la excusa de la inseguridad, para atacar a los pobres, a los trabajadores y seguir imponiendo el orden de los ricos ante la crisis económica que generaron ellos. Mientras, siguen garantizándoles la impunidad a los responsables políticos de la represión de Arroyito. La misma justicia que pide sobreseimientos para ellos, ataca a los docentes que luchan por la educación pública, acusándolos por cortar rutas.

En esta marcha, levantamos en alto a los docentes de Río Negro y Neuquén, que demuestran con su enorme lucha cómo se defiende la educación publica. Y también levantamos en alto a los miles de trabajadores que están resistiendo los despidos, las suspensiones, que dan pelea contra las patronales que llamaron al golpe, como hace más de ocho años vienen haciendo los heroicos obreros y obreras de Zanon, exigimos la expropiación sin pago de Zanòn bajo control de los trabajadores, esa fábrica que fue construída durante la dictadura.

Porque confiamos que serán ellos, los trabajadores del país y del mundo, los que con su fuerza y su lucha mostraran el camino para enfrentar esta crisis capitalista que quieren descargar en nuestras espaldas.

Se hace mas necesario que nunca, traer al hoy la lucha de los 30.000, de esos hombres y mujeres que dieron su vida por cambiar el futuro, necesitamos levantar sus banderas, para que la crisis no la paguemos nosotros, para enfrentar el aparato represivo, para luchar por la liberación de la humanidad de toda explotación y opresión.

En esta marcha, con nuestras Madres de Neuquén y Alto Valle como ejemplo de que la lucha no se abandona, homenajenado a los caídos por luchar. Suenan las voces de los 30.000, de Carlos Fuentealba, de Pascual Mosca, de Daniel Ferrás, de Maxi y Dario, de Teresa Rodríguez, y de todos los compañeros y compañeras que dejaron un ejemplo de lucha, A ellos, nuestra promesa de continuar con su lucha.

A 33 años del golpe genocida decimos:

CARCEL COMUN Y PERPETUA A TODOS LOS GENOCIDAS MILITARES, POLICIAS Y CIVILES POR TODOS LOS COMPAÑEROS

APARICION CON VIDA DE JORGE JULIO LOPEZ

POR EL TRIUNFO DE LAS LUCHAS DOCENTES

POR EL TIRUNFO DE TODAS LAS LUCHAS

LIBERTAD A LOS PRESOS POR LUCHAR, BASTA DE CRIMINALIZAR LA PROTESTA SOCIAL

NO A LA MANO DURA CONTRA EL PUEBLO POBRE

QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS Y NO LOS TRABAJADORES

NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS Y SOBRE TODO NO NOS RECONCILIAMOS.




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