Sábado 14 de febrero de 1998

Derogación sin anulación es un nuevo punto final

Mientras se persigue a los luchadores, miles de genocidas gozan de la libertad gracias al pacto de impunidad del PJ y la Alianza. El 4 de febrero estos partidos protagonizaron una gran farsa, no importando los "costos políticos" en pos de mantener la impunidad para los asesinos del pueblo. Para el 24 de marzo están preparando una nueva sesión consensuada que votaría una "derogación" de las leyes de impunidad, a sabiendas de que dicha medida "testimonial" no afectaría un ápice a los genocidas libres, mientras buscan un par de chivos expiatorios que podrían ser destituidos o juzgados no por sus crímenes de lesa humanidad, sino por que hablan "de más", por evasión fiscal o por lo que robaron durante la dictadura. Toda esta andanada de medidas, incluido el último discurso público del Gral. Balza, indican que están preparando un nuevo punto final, con el objetivo que esta vez sea definitivo. No nos debe extrañar tanto cinismo en un tema tan caro para el pueblo argentino viniendo de quien viene: como denunció Hebe de Bonafini desde estas páginas, tanto los dirigentes del justicialismo como los aliancistas fueron descarados cómplices de la dictadura de Videla
Ese mismo 24 -aniversario del golpe- distintas organizaciones preparan una concentración popular en Buenos Aires. El conjunto de los organismos de derechos humanos hemos repudiado en un comunicado público la maniobra protagonizada por el PJ y la Alianza con la sesión del 4 de febrero. Ahora, ante la continuidad de la maniobra no podemos menos que denunciar ante el pueblo la nueva farsa que preparan en diputados sobre la sangre de los desparecidos, cuestión que es de vital importancia que esté explícita en la convocatoria del 24. Es inconcebible sostener, como ya afirman alegremente distintos dirigentes políticos con total alevosía, que una "derogación es un paso adelante". Todo lo contrario: una derogación sin nulidad significa un nuevo punto final.

Convocamos especialmente a aquellos organismos y agrupaciones sindicales y políticas que ya han alertado sobre esta nueva maniobra, como la Asociación Madres de Plaza de Mayo, HIJOS, CORREPI y algunos partidos de izquierda, a organizar una columna común el 24 de marzo que junto a esta denuncia levante como estandarte lo suscripto por numerosas organizaciones en el ya citado documento unitario con motivo de la campaña por la absolución de Martínez: "los crímenes contra el pueblo no prescriben y así como la lucha popular impidió el olvido, sólo la lucha de los trabajadores y el pueblo permitirá imponer el castigo a los genocidas" Una derogación sin nulidad significa un nuevo punto final. Abajo el pacto de impunidad del PJ y la Alianza. Cese de persecución a los luchadores obreros y populares. Nulidad efectiva de las leyes y decretos de impunidad. Cárcel a los genocidas de ayer y represores de hoy. Basta de gatillo fácil. Castigo a sus ejecutores y responsables políticos.

Buenos Aires, 14 de febrero de 1998