Represión e Impunidad

Martes 22 de octubre de 2013

Neuquén: Centro clandestino La Escuelita

Crónicas del juicio

Publicamos las crónicas del juicio, por nuestras compañeras del CeProDH Neuquén, Ivana Dal Bianco y Natalia Hormazabal, abogadas de la querella

CRONICA DIAS UNO Y DOS JUICIO ESCUELITA III

LA PELEA CONTINUA VIGENTE

Empezó el tercer juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en la dictadura en la zona, con cinco genocidas sentados en el banquillo de los acusados. Este juicio tiene la particularidad de juzgar a dos genocidas que estaban prófugos, Jorge Héctor Di Pasquale, quien formaba parte del Destacamento de Inteligencia 182, especialista en decidir a quienes secuestrar de nuestros compañeros/as; y Jorge Alberto Soza, Segundo Jefe de la Policía Federal en Neuquén. También están en el banquillo Luis Alberto Farias Barrera, Jefe de la Sección Personal del Comando de la VI Brigada, el Médico del Comando Hilarión de la Pas Sosa quien se encargaba de decir cuando seguir torturando a las victimas y Mario Alberto Gómez Arenas, integrante del Destacamento de inteligencia 182, quien integraba junto con Di Pasquale los grupos de tareas.
Se llega a este juicio nuevamente por la lucha que hemos dado los Organismos de DDHH, y principalmente los sobrevivientes y sus familiares, convencidos de que tiene que haber condena para todos los genocidas por todos los compañeros.
La primera jornada se inicio a sala llena con el canto de los que estuvieron presentes, nuestras Madres, Oscar Ragni, Raúl Godoy, Daniel Huth entre tantos compañeros y compañeras que gritaban “como a los nazis, les va a pasar…” y el Presidente del tribunal, Leonidas Moldes (Juez federal conocido por condenar a la docente Marina Shifrin por corte de ruta) se desesperaba. Parece que le hacían mal a sus oídos los gritos de justicia…

La Federal en el Banquillo
Este juicio tiene la particularidad de que por primera vez se sienta a la Policía Federal en el Banquillo, lugar en el que funcionó un verdadero centro de tortura y secuestro por el cual pasaron y fueron torturados decenas de compañeros. Una fuerza fundamental que aportó personal, que formó parte de la comunidad informativa, que prestó la propia Delegación para que sea un Centro de Tortura.
Recordemos que Soza estuvo prófugo en un pueblo de España, y que en su momento fue sobreseído por la Cámara de Roca bajo el fundamento de que “no había prueba directa” y que a partir de un recurso de Casación que presentó nuestra querella, la Cámara de Casación revocó tal sobreseimiento y hoy Soza esta sentado en el banquillo.
En las fotos difundidas se lo veía imponente con sus cejas gruesas, con la pedantería de la impunidad que lo amparaba; ahora en el banquillo se lo ve chiquito; mientras a los que se los ve grande es a los sobrevivientes, a los familiares de los desparecidos que están presentes en la sala. Los engrandece su lucha contra la impunidad.

Actuaciones Patéticas y la Policía de Neuquén impune
En el momento de las indagatorias, Hilarión de la Pas Sosa se hacia el sordo, y Gómez Arenas el inhábil. Dos genocidas actuando para no enfrentar nuevamente este juicio, tratando de que se les suspenda como el anterior, pero realmente sus actuaciones fueron patéticas porque no entendían o no escuchaban sólo lo que no querían.
Es evidente que mientras el tiempo sigue pasando sin que se juzgue a todos los genocidas por todos los casos, se siguen beneficiando ellos, como fue el caso de Héctor Mendoza, que iba a estar en este juicio, pero que le fue suspendido por razones de su estado físico y psíquico. Mendoza fue nada más y nada menos que el Comisario de La Comisaría de Cutral Co, uno de los principales ejecutores de lo que se conoció como el “Operativo Cutral Co” el más grande operativo de detención conjunta que hubo en la zona, del cual todavía permanecen varios compañeros/as desparecidos/as. Queremos que se juzguen de una vez a todos los genocidas, antes de que el tiempo biológico los siga favoreciendo.
Mendoza iba a ser hasta el momento el único integrante de la Policía de Neuquén que iba a enfrentar un juicio oral, mientras tanto, la Policía de Neuquén sigue impune, aún cuando fue una de las fuerzas represivas fundamentales en el genocidio.

Justificando el genocidio: Di Pasquale, personaje nefasto
Jorge Hector Di Pasquale se sentó en el banquillo de los acusados con una clara actitud provocadora. Primero relató toda su “carrera” militar, genocida en dictadura le falto decir, demostrando que no solo fue parte del genocidio en la zona sino que también participó en varios lugares y centros de tortura como Campo de Mayo. Su “carrera” siguió en gobiernos constitucionales, terminando como uno de los carapintadas junto al genocida Rico.
En su indagatoria claramente intento justificar el genocidio, en una clara provocación reflotando la teoría de la guerra con la que a la salida de la dictadura querían justificar los aberrantes crímenes cometidos, afirmó: “Creo que acá se va a tratar de dilucidar un conflicto ideológico que se vivió en el país. En aquel momento las fuerzas legales perdieron mas 1500 personas. Tenemos 18 mil victimas por acciones del terrorismo y tenemos 200 muertos viviendo prisión preventiva. Del otro “sector” también han muerto en el orden de las 4500 personas según lo que hemos investigado, estos años en prisión…”
Es evidente que la verdad sólo la escucharemos en la voz de nuestros compañeros y compañeras, de sus familiares, de todos los que han esperado tantos años para que se juzguen sus casos. El pacto de impunidad continúa. No nos amedrentan esas provocaciones, sólo nos parece un intento rancio por ocultar el genocidio y la lucha de una generación que luchó por cambiar la sociedad de raíz. Y esa lucha es la que seguimos levantando.

Por las voces de los que no están: cárcel común, perpetua y efectiva por genocidio
Si bien este es el tercer juicio, desde la querella del CeProDH estamos convencidas de la importancia de dar la pelea para que se los condene a cárcel común y perpetua por genocidio. Por ello insistimos al inicio de este juicio que las primeras declaraciones deben ser las de los sobrevientes y las de los familiares de los desaparecidos, no de los integrantes de las fuerzas represivas que mas que testigos tiene que ser imputados.
Porque la lucha de los 30000 sigue vigente, porque en este juicio seguimos dando la pelea para que se conozca la verdad histórica de los 70, las conclusiones que nos sirvan para avanzar en la lucha por la revolución, porque es una pelea del hoy que sin dudas continua la lucha del ayer; y principalmente porque las fuerzas represivas continúan actuando, porque sigue la impunidad, porque Jorge Julio López sigue desaparecido.
Queremos a todas las fuerzas represivas pero también sus cómplices civiles en el banquillo de los acusados, porque en dictadura fueron parte del genocidio y en gobiernos constitucionales son las que nos atacan cuando salimos a luchar, las que nos reprimen y nos asesinan a nuestros compañeros, las que matan pibes con su gatillo fácil, las que desaparecen jóvenes con la misma impunidad que ayer.
Porque en nuestras voces, están las voces de esa generación que luchó por cambiar esta sociedad de explotación de raíz.

CARCEL A TODOS LOS GENOCIDAS POR TODOS/AS LOS/LAS COMPAÑEROS/AS

CENTRO DE PROFESIONALES POR LOS DERECHOS HUMANOS (CEPRODH)

CeProDH
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