Domingo 1ro de agosto de 2004

Brukman: Los tiemos de una lucha

El 23 de mayo el CeProDH organizó en la Facultad de Psicología de la UBA una charla con la temática "MUJER Y TRABAJO: CAMBIOS PSÍQUICOS EN LOS PROCESOS DE TRABAJO", de la que participó, entre otros panelistas una trabajadora de "Confecciones Brukman".

Esta es la segunda parte de la nota (la primera formó parte del boletín n° 2 del CeProDH) realizada a partir de algunos fragmentos, que aparecen entre comillas, del discurso de dicha trabajadora que brinda su testimonio y fueron tomados como base para repensar este conflicto laboral de una forma diferente desde nuestra profesión, la de psicólogos.

"...con la devaluación en Febrero aparecen los dueños, les convenía exportar pero les dijimos -ahora las condiciones las ponemos nosotras: reincorporación de compañeros, salarios dignos y mejores condiciones laborales. La patronal dijo que es mucho lo que pedimos porque la fábrica esta soñando y alucinando..."

Queda demostrado un saber hacer y la capacidad de aprendizaje de estos trabajadores. Las máquinas continúan funcionando y la producción no para. Es el momento justo para que los patrones intenten recuperar lo abandonado porque ahora les conviene "ser los dueños otra vez".

Siguiendo la lógica del sistema capitalista una fábrica guiada en su producción por los propios trabajadores, sin patrones, sólo es posible en sueños o en alucinaciones. Significativas y simbólicas estas palabras utilizadas para definir al grupo.

Es oportuno recordar que Freud en la construcción de su teoría en la Interpretación de los sueños afirma que: "El sueño es una realización de deseos." Sabemos que estos trabajadores no están dormidos, todo lo contrario. En estado de vigilia han tomado clara conciencia de la realidad; perciben correctamente, están atentos a sus actos y emiten juicios del mundo exterior acorde al funcionamiento normal de su actividad psíquica. Por lo tanto el término "alucinación" es utilizado erróneamente en este caso. La Psiquiatría define a la alucinación como la alteración perceptiva, producto de una elaboración de un juicio desviado. Los trabajadores, lúcidos y conscientes recuperan parte de la realidad perdida cuando de ser espectadores se convierten en protagonistas. Ya no se quedan sentados frente a las máquinas viendo p! asar partes de las prendas semiarmadas, sino que las diseñan, cortan, cosen y arman los ambos para venderlos.

La metamorfosis consiste en dejar de ser una mercancía del capitalismo, representada por su fuerza de trabajo, para convertirse en sujetos; un pasaje de cosas a personas.

Piensan, crean, desean y persiguen un objetivo en común. Con todas las dificultades de lo cotidiano, día a día, se procuran un espacio dentro y fuera de la fábrica, respetando los tiempos propios y reorganizando el trabajo acorde a sus necesidades.

"...sentimos ahora que lo que pedimos no es mucho, esto es un camino para otros y es viable, hay una salida para esta crisis..."

Salida que los trabajadores encuentran cuando entran a la fábrica. Salida que los trasciende y llega a la sociedad marcando un camino para que otros puedan transitarlo.
Con la trascendencia aparece un concepto trabajado por Erickson. En su teoría dice que la trascendencia se logra a través de la generatividad. Es cuando el ser humano comienza a preocuparse por el destino de las cosas que él mismo ha creado. No sólo se refiere a los hijos sino que va más allá y se completa con los herederos sociales, es decir va a generar los canales y los actores por los cuales trasmitir la propia experiencia de vida.
Pensamos que en los caminos de la intensa y continua lucha de los trabajadores uno de ellos se está confeccionando y deseamos que, una vez convertido en historia, sea guía para las generaciones fututuras.

Patricia, Psicóloga del CeProDH